El debate entre los juegos tradicionales y los deportes de masas

Tradición contra modernidad. Hay gente que lo puede considerar un dilema y hay gente que no lo considera de este modo. En mi opinión, sí que se puede considerar un dilema porque las generaciones actuales no conocen los clásicos juegos de la rayuela, el balón prisionero, las canicas, la comba, el pilla-pilla y el juego del pañuelo o no los practican en otros ámbitos que no son la clase de Educación Física o la Escuela de Verano, ámbitos y entornos como la calle, los amigos y las familias.


Para entender esto, he llegado a la conclusión de que los deportes de masas tienen ciertas características que los juegos tradicionales no poseen unido al hecho de que la tecnología se ha convertido en uno de los modos de entretenimiento más usados, por no decir el mayor. Los deportes de masas, tales como el fútbol, el baloncesto, el tenis o el motor entre otros, despiertan sentimientos, pasiones y emociones que vivimos en cuestión de segundos o minutos. Por ejemplo, uno de los capítulos más históricos del deporte español: la final del Mundial de 2010. Durante los días previos a la final, la gente se olvidó de cuál era su equipo favorito y se fundió en una sola afición animando a su selección hasta el pitido final.


El fútbol, igual que muchos otros deportes, genera sentimientos de unión, euforia, tristeza, rabia y felicidad. Además, los deportes de masas sirven como elemento de evasión de la vida rutinaria e influyen en el estado de ánimo debido a que nos ayude a distraernos de las rutinas y puede afectarnos de manera positiva y negativa en nuestra manera de ser al ver ganar o perder a nuestros ídolos y equipos. Volviendo al tema que me corresponde, los juegos tradicionales no despiertan esos sentimientos tan intensos que los deportes.


No obstante, debo decir que los juegos tradicionales forman parte de la cultura y la historia de las generaciones más veteranas, por el cual los juegos tradicionales son esenciales en el desarrollo de las edades más tempranas al igual que encontramos otros medios de entretenimiento y socialización con nuestros entornos más cercanos.


Finalmente, me gustaría terminar esta reflexión diciendo que me gustaría introducir y desarrollar en mayor  medida los juegos tradicionales que los deportes de masas mediante innovaciones en los juegos con el fin de recordar y recuperar, en las jóvenes generaciones, los pasatiempos favoritos de nuestros padres y abuelos sin descuidar los deportes. Ambos elementos pueden convivir de forma igualitaria en esta era contemporánea y digital.

Comentarios

  1. Ignacio. M'ha agradat molt la teua entrada. Has reflexionat de manera crítica respecte al dilema de la modernitat i tradicionalisme dels esports i els jocs tradicionals, respectivament. Molt il·lustrador també l'exemple que has aportat sobre el Mundial de 2010 com a event d'unió de masses, sentiment esportiu, emoció, etc. Respecte al tema dels jocs tradicionals, concretament, ha estat acertat puntualitzar que no deixen de ser elements de la nostra cultura que cal cuidar i preservar, sobretot a l'educació. En definitiva, molt bon treball. Per a mi tens un 10.

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